martes, 23 de febrero de 2010

Justiniano Posse "copa" Rosario

Y siguen llegando pescadores desde la localidad cordobesa de Justiniano Posse. Esta vez cuatro amigos vinieron a pasar el finde a nuestra ciudad. El clima no nos ayudó y sólo pudimos pescar una jornada, no obstante la pesca estuvo entretenida con cantidad de doradillos. Una raya de alrededor de 10 kilos y algunos amarillos "atrevidos" que hincaron a uno de los muchachos -Como duele, no?-.
Leandro (pescando con señuelos), Lucas (con sombrero), Jorge (con sombrero y sin remera) y "Pri" (no salió en ninguna foto pero igual pescó, jeje) decidieron probar suerte en nuestro delta. Esperamos que vuelvan pronto... y la próxima no se olviden las bebidas, jaja. Gracias por la buena onda muchachos... nos vemos.


Pesca entretenida con los muchachos de Justiniano Posse

Como viene ocurriendo en este último tiempo, la pesca se mantiene entretenida con cantidad de doradillos (que van aumentando de tamaño a medida que pasan los días), amarillos y rayas. Padres e hijos oriundos de Justiniano Posse pasaron el día entretenidos, con chapuzón incorporado... Gracias por venir y hasta la próxima!!!





miércoles, 10 de febrero de 2010

Sigue la buena variada... y los doradillos

A pesar de que el río Paraná no para de crecer y prácticamente ya no queda ni un pequeño pedazo de tierra, la pesca se está manteniendo muy buena. Junto a Luis y Fede, provenientes del sur del país, y Manuel (cubano de visita por nuestros pagos) pudimos divertirnos en una jornada que tuvo de todo. Empezamos con un gran tronco sumergido, seguimos con un chapuzón involuntario del guía (o sea yo) y terminamos peleando con una raya que terminó siendo una bolsa llena de barro, jeje.
Mas allá de las curiosidades de la jornada, sacamos amarillos realmente muy grandes, se pudieron observar cardúmenes de pequeñas bogas y doradillos, que lentamente van aumentando de tamaño y nos hacen ilusionar con el futuro.
La carnada ideal sigue siendo la mojarra viva o el sabalito. ¿Lo curioso de la jornada? Manuel capturó una pequeña palometa y más allá de su alegría nos comentaba que en su país, como están consideradas exóticas, se venden a unos u$s 200 en forma clandestina. Si... esa palometa que la mayoría odia vale casi $800. Increíble, no?
Antes de despedirme un saludo grande a Luis, Fede y a Manuel que pusieron muy buena onda y nos divertimos toda la jornada, espero verlos el próximo año... Saludos!!!