A pesar de la suciedad del agua -algo inevitable en esta época de crecidas-, podemos entretenernos con la pesca de tarariras con muy buenos resultados. Como están bajo los juncos, la modalidad más rendidora es el frogging, algo que estamos poniendo en práctica con grandes satisfacciones.
En las fotos: Rubén (con camisa blanca y gorro piluso del mismo color), el "pelado" (en cuero y con tatuajes), Fernando (con remera negra), Cristian (con jeans y remera blanca) y Facundo (remera blanca y roja).