A pesar del brusco cambio de clima que habíamos sufrido días anteriores, pudimos mantener la buena pesca, no sin que esto nos cueste bastante. Probamos diversas modalidades y carnadas hasta encontrar la forma más efectiva. Por la mañana sacamos algunos dorados lindos buscándolo en las correderas y con carnada. El surubí brilló por su ausencia pero en su lugar aparecieron amarillos y manduvíes, como los que nos muestra Juan Carlos (con gorra y capucha) en las fotos. Heber (con campera deportiva) nos exhibe uno lindo ejemplar de dorado y otro más pequeño. El grupo lo completaron Omar y Luis, que también pescaron a la par de sus amigos.
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